lunes, 28 de septiembre de 2009

CAPITULO 9: “¡QUISIERA SER CIEGO, PARA NO VER… LA NADA! “

En la Biblioteca Pública de Yurécuaro Michoacán, Esther conoce al Poeta de Dos Siglos Santiago Raúl Martínez Alcalá, quien se muestra contento al ver que la juventud se interesa por la poesía y las Bellas Artes. Esther le hace algunas preguntas al ilustre Poeta:Esther.- Entre los libros que me dieron aquí en la Biblioteca, está uno que habla del Taller de Poesía,¿ Creé que tal vez se vuelva a repetir este Curso de Poesía en Yurécuaro?Raúl Santiago.- Creo que sí lo habrá, todo depende del interés y el entusiasmo de las personas interesadas que quieren aprender y desarrollar estas aptitudes.Esther.- Para mí la poesía es como un reboso Yurecuarense que abriga y cubre el espíritu, que abraza y protege los sentimientos mas profundos y es la coraza del corazón. A veces quisiera ser tan sensible para ver toda la gama de emociones que hay en el mundo, pero a veces quisiera ser ciega para no ver tantas crueldades e injusticias que suceden a nuestro alrededor. Aunque estoy consciente de que ciega o no, de todas maneras sucederían.Raúl Santiago.- La Poesía es pensar alto, y creo que tú estás pensando en voz alta. ¡Te animo para que grites lo que llevas dentro con una fuerza única! Expresa tu sentir y adorna tus palabras con verdad y respeto, creeme que quien no disfruta de la poesía es un ciego del alma o del cuerpo entero, porque la poesía alimenta todo el cuerpo y la conciencia.Esther.- Entonces soy la primer integrante del próximo taller de Poesía,el Taller:“ Alimenta el corazón con Poesía Yurecuarense”,¡ ya hasta nombre le puse al Taller.!Raúl Santiago.-¡Está bien, se aceptan propuestas!Esther se siente contenta de ver como sus sueños de aprender a escribir poesía se pueden hacer realidad. Se marcha de la Biblioteca, tiene ganas de caminar, así que se va andando con la frescura del atardecer. En el camino se encuentra a un jovencito que va acompañado de su papá, este jovencito ha dejado de ser un niño, pero su corazón sigue siendo tan inocente como ellos y su mirada refleja tanta luz y tanta oscuridad a la vez,¡ es tan libre y tan prisionero! Necesita tanto amor y es capaz de dar tanto de sí que es querido por todas las personas en Yurécuaro, lo llaman “Vico”. Su padre ha dejado una vida normal para cuidarlo y protegerlo día tras día, juzgado, malinterpretado, objeto de burlas, pero a la vez inspirador de respeto, pues cuantos padres de familia con solvencia económica desahogada están tan desunidos con sus hijos y los tienen olvidados en la cárcel del silencio y en la casa de las familias mudas son incapaces de darles un abrazo cariñoso o tomarlos de la mano, algo que el papá de Vico hace casi siempre de manera natural. Vico observa a Esther con atención, ella es muy hermosa, pero transmite la hermosura interior, Esther se detiene también:Esther.-¡ Hola jovencito!Padre de Vico.-¡Buenas tardes! Mi hijo es un muchacho muy bueno, pero está enfermito.Esther.-Para mí, su hijo es especial. Los he visto varias veces en los portales de la plaza en Yurécuaro y déjeme decirle que en cada vuelta que dan, es un testimonio para los demás de nuestra realidad. Vico es como una rosa blanca tirada en el fango de la extraña pureza, el fango es el mundo y su sistema de cosas, moribundo, violento, superficial, materialista, enlodado y cómplice de tanta sangre derramada injustamente y la inocencia de tantos niños como Vico, con una extraña pureza en su interior, ¡Imagínese lo que él nos diría si pudiera expresarnos lo que siente y lo que piensa en sus interior, a veces quisiera ser ciega…para no ver la nada.Esther le da un tierno beso a Vico en la frente y un abrazo, una sonrisa se dibuja en el rostro de este valiente y valioso caminante.En casa de Loreta, ella platica con Jovita acerca de su estado de salud, hace días que no se ha sentido nada bien:Jovita.-Loreta, ¿sigues con ese dolor de cabeza?Loreta.- No es precisamente la cabeza lo que me duele, es la nuca, la espalda, a veces siento como si trajera un elefante sobre mi espalda y mis hombros y no me dejara caminar, y a veces siento mi pecho tan oprimido, que se me dificulta respirar, creeme que hasta siento ganas de llorar cuando veo que hasta mi carácter o estado de ánimo cambia de repente,Jovita.- ¿ Será la menopausia?Loreta.- Mas bien es la tristeza Jovita, es el peso de la soledad, hace seis meses que falleció Ramón mi esposo y me estoy dando cuenta del peso enorme que me dejó, hablando claro,¡ siento mucho coraje con él! ¿Por qué se fue tan de repente? En el panteón no es útil, yo lo necesito aquí, en la casa, con mis hijos, para hacerle frente a un mundo que inspira temor.Jovita.-En estos tiempos tan difíciles, lo que le inspira temor al hombre es la amenaza del mismo hombre. Mira la tierra en la que vivimos, la hemos quemado, talado, perforado, arrasado, intoxicado, envenenado y es triste que el mismo hombre esté destruyendo su propia casa, su única casa.Loreta.- A veces siento que estamos tan ciegos. Que no vemos realmente la realidad, pero cuando despertemos del sueño, tal vez sea ya demasiado tarde.En eso entra Benjamín, algo preocupado:Benjamín.- ¡Mamá! Acaban de dejar a una niña abandonada en la oficina de Correos del Centro.Loreta.- ¿ Cómo? ¿Pero quién se atrevería a abandonar a su hija?Al decir eso,la conciencia de Loreta le habla en voz alta y le reprocha el que ella sí haya abandonado a sus padres y hermanos por veinte años.Loreta.- No defiendo de ninguna manera a la madre de la niña, pero creo que tiene que tener motivos muy, muy fuertes para haber hecho lo que hizo.Benjamín.- Es una pequeñita de cuatro años, le llaman “ Pipsy”, al menos así le pusieron de cariño en el Correo, yo fui a depositar un sobre y me enteré de lo sucedido.Loreta.- ¡Ojalá los familiares reflexionen y regresen por la pequeña Pipsy. Pipsy es una pequeña de piel blanca y pecosita y su cabello es una mezcla entre castaño y rojizo, es una niña muy bonita y se ve sus padres son de dinero.En la oficina de Correos, los trabajadores se preguntan quién y cómo dejó a Pipsy ahí, abandonada. Mérida Nápoles es la Administradora les pregunta a las compañeras que atienden al público:Mérida Nápoles.- ¿No alcanzaron a ver a la mamá de la niña?Guadalupe Solorio (la china).- No. De repente se nos juntó el trabajo, llegaron muchas personas a depositar paquetería y cartas y no nos percatamos.Juanita Solorio.- Cuando se fueron, una señora de Santa Lucía me dijo que abajo del mostrador, el suelo estaba una niña dormida, fue cuando vimos a Pipsy, por cierto ¡tiene temperatura alta!Mérida.- Se ve que es una niña muy noble, ¿Todavía no llega Pancho el cartero con el pedazo de pastel que le encargamos para Pipsy?Vidal (Cartero).-No, todavía no llega, ya tiene como media hora que se fue y eso que fue a comprarlo casi aquí enfrente del Correo.Armando Arellano (Cartero).- ¡Ya regresé de la farmacia de Jorge Echegollén con las cucharadas para bajarle la temperatura a Pipsy, por cierto hay rumores de que vieron a una señora corriendo de prisa como huyendo, allá por donde está el circo nuevo!Vidal Nápoles (Cartero).-No, ese era un maratón que se organizó hoy y seguro esa señora era la última.Marco Antonio (Cartero).- Si nosotros pudiéramos la adoptaríamos, pero mi esposa ya está esperando un nuevo bebé, ya tiene algunos meses y estamos muy entusiasmados.Armando (cartero).- Pues mi esposa y yo acabamos de tener una niña también.Vidal Nápoles.- Yo le voy a comentar a mi mujer para ver si la adoptamos, ya que siempre quisimos tener una niña, ya ven tengo solo hijos.Pancho (cartero).-yo ya tengo tres sobrinos en casa a quien apoyar, pero donde comen tres comen…16.Lupita Solorio.- Pues yo voy a consultar con Amairani y Gerardo mis hijos para ver si quieren una hermanita. ¡Ah! y al Chino por supuesto.Juanita Solorio.- Pues a mí me caería de maravilla la niña, pero creo que mejor me voy a esperar.Mérida.- ¡Ya llegó la patrulla! Los policías se llevarán a PIPSY al DIF hasta que se investigue el paradero de sus familiares. Todos se quedan observaron a Pipsy, es increíble que en unas pocas horas se hayan encariñado con ella, les da tristeza su partida.En eso llega Loreta al Correo:Loreta.- ¡Disculpen! ¿Puedo conocer a PIPSY? Me interesa darle hospedaje en casa.En la patrulla va Jaime Pérez, Presidente de Yurécuaro, quién les dice:Jaime Pérez.-… Ya lo hablé con mi esposa y mis hijos, hemos decidido ayudar a Pipsy en todo lo que podamos… si es posible, adoptarla……. CONTINUARÁNOVELA ESCRITA POR: FRANCISCO MURILLO MENDEZ.PODRÁS ESCUCHAR EL TEMA MUSICAL DE “LA AUSENCIA QUE NUNCA SE VA” INTERPRETADO POR UNA GRAN CANTANTE Y MUY PRONTO YURECUARENSE. ¡ESPERALO!

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