lunes, 10 de enero de 2011

CAPÍTULO 5: “EL COMIENZO DE UN NUEVO AÑO DE ESPERANZA”

Amigos, ¡No te pierdas la interesante trama de ALAS DE JUVENTUD! Está llena de experiencias que a nosotros o a nuestras familias nos pueden suceder. ¡Consigue los cuatro capítulos anteriores para que sigas el hilo de la historia y sepas quién es quién en esta sensacional historia! Con el sello y la calidad de Producciones Murillo y El Cazador de la Verdad.
Invitados de esta semana: Oyuki, Ma. Esther y José nuestros amigos de FUJIFILM Yurécuaro.
CAPÍTULO 5: “EL COMIENZO DE UN NUEVO AÑO DE ESPERANZA”
En el oscuro Malecón, a orillas del Río Lerma en Yurécuaro Mich, unos hombres logran subir a Caova, la hermosa joven, a su camioneta, mientras que en un carro, están bajando de él los jóvenes de Rotaract, un Club juvenil de ayuda social:
Belén.- ¡Allá está un vehículo sospechoso, quizás son ellos!
Roger López.-¡ No se logra ver a nadie, los vidrios son oscuros, además parece que ya se va!
Luis Fernando Sánchez.- ¡Alcancé a ver cómo, al final, la última persona en subirse era al parecer una mujer joven, con el cabello rubio!
Belén.- ¡Mi hermana Caova, tiene el cabello rubio…! ¡No puede ser posible que ella se esté dejando engañar por esos delincuentes! ¡Está ciega, se enamoró de alguien que no es lo que piensa!
Jaime López.- ¡Tranquila Belén, vamos a comprobar que realmente es ella primero, no te alarmes!
La camioneta blindada pasa junto a ellos a toda velocidad, Caova siente como si su corazón le avisara que ha tomado una decisión equivocada. Se queda helada al observar en el exterior del vehículo a Belén y sus amigos.
Caova.- ¡Necesito que me lleven lo más rápido posible a mi casa!
Saúl.- ¡Claro! Pero antes, te vamos a dar un paseo por tu pacífico pueblecito de noche.
Abelardo K. Naya.- Eso es, ¡Muéstranos Caova la seguridad tan especial que reina en Yurécuaro hoy día! Jajajajaja.
Caova.- ¡No estoy jugando, necesito estar en casa lo antes posible!
Saúl.- Ahora tu nueva casa, se llamará… Caracas, Venezuela o de lo contrario, tu familia estrenará casa… en el cementerio. (Saca un arma).
Caova.- ¿Qué pasa? ¿Qué sucede contigo Saúl? ¿Qué significa esto?
La joven se muestra aterrada.
A la otra orilla del Malecón, Ricky se encuentra con Lorena, su mamá, quien está al borde del llanto:
Lorena.- Ricky ¡Hijo mío!
Ricky.- ¿Por qué mamá? ¿Por qué te fuiste de casa? ¿Por qué dejar lo más valioso que tenías?
Lorena.-… ¡El corazón es tan traicionero hijo! Y yo tan tonta que me dejé llevar por un engaño. Hace tiempo conocí a alguien que me deslumbró y me prometió lo que yo nunca había tenido desde que era niña, me dejé llevar por el orgullo, la indiferencia, ¡Me cegué por completo! Ahora es cuando me doy cuenta, de que todo era una falsa luz, un brillo opaco.
Ricky.- ¿Dónde está esa persona que te prometía todo?
Lorena.- ¡Me abandonó y me tiré a los vicios! ¡No quiero saber nada de la vida! ¡Lo que quiero es morir, pero sí necesitaba verte, porque te amo desde lo más profundo de mi corazón!
Ricky.- ¡Mentira! ¡Tú no sientes amor por mí, ni siquiera por ti misma! Te sientes tan derrotada en vez de anhelar un cambio de vida, ¡Eso es cobardía mamá, eso es cobardía!
El viento helado mueve los negros cabellos de Lorena, y sus ojos lloran, en silencio, por las verdades que acaba de escuchar de labios de su hijo.
Lorena.- Reconozco que soy cobarde, pero desde el fondo de mi cobardía, también sé que puedo ser valiente, por ti, solo por ti, ¡Lo voy a volver a intentar, una vez más hijo! ¡Una vez más!
Lorena y Ricky se abrazan, llorando, desahogando todo el sentimiento de dolor y de ausencia que tenían guardados.
Ricky.- ¡Confío en ti mamá! ¡Siempre confiaré en que puedes volver a empezar una nueva vida y yo quiero estar ahí para verla!
Aurelio, padre de Ricky y esposo de Lorena, llega para arreglar las cosas, de una manera tranquila:
Aurelio.- Me siento tranquilo de haber hecho posible este encuentro, ¡Muchas gracias Lorena por apoyarnos!
Lorena.-Sé que no tengo cara para pedirte que me perdones, pero con lagrimas de sangre, me iré ganando cada día tu perdón Aurelio y quizás un día lo logre, sabes ¡Quiero cambiar mi vida! ¡Sé que lo lograré con la ayuda de Dios y mi arrepentimiento! ¡No quiero ser causa de oprobio para mi hijo! ¡Me voy, con un rostro diferente, con la actitud de alguien que quiere vivir, aunque a veces desee la misma muerte debido al dolor que se siente al equivocarse una y otra vez y haberlo perdido todo!
Aurelio.- A veces se pierde todo, pero también a veces se recupera todo. De ti depende Lorena, de mi parte, el corazón ya está sanando. ¿Tienes donde vivir?
Lorena.- No, no tengo a donde llegar.
Aurelio.- En la Colonia Mora, está la casa vacía donde vivíamos, allí estarás bien, si decides quedarte.
Lorena.- Acepto esa ayuda, lo hago porque quiero demostrarles, de lo que puede ser capaz una mujer arrepentida.
Mientras tanto, Belén y sus amigos ahora se marchan para la casa de la joven, en espera de encontrarla allá.
Camino a Villanueva, el vehículo sospechoso donde viaja Caova se detiene en medio de la oscuridad, la siguen amenazando con un arma, ella está histérica, llora desesperada:
Caova.- ¡Saúl! ¿Qué sucede contigo? ¿Acaso no me quieres?
Saúl.- ¡Ni soy Saúl, ni te quiero, pero nos vamos a divertir contigo toda la noche, eres tan ingenua para creer en cuentos de hadas todavía, creíste que por Internet lograrías encontrar el amor y qué equivocada estás preciosa!
Caova.- ¡Cómo pude ser tan confiada! ¡Esto no puede ser real!
Abelardo K.Naya.- ¡Esto es tan real como que te irás con nosotros a un país tan lindo como el tuyo! Déjame demostrarte mi hospitalidad con un beso.
El hombre de edad mayor trata de besar a Caova, ella logra salir de la camioneta y se va corriendo, Saúl corre tras ella, en medio de la oscuridad casi la alcanza, a no ser porque la joven resbala y cae a una zanja de aguas negras donde cae en la profundidad de ella, débil, casi inconsciente. Saúl se percata de que no se puede ver por ningún lado y sorprendido se lanza al agua, pero es inútil, no la encuentra.
En casa de Belén, hay incertidumbre acerca de su paradero de Caova. Andrea su madre está muy preocupada, su esposo Julián se encuentra en Estados Unidos y no sabe lo que está ocurriendo:
Andrea.- ¡No es posible que Caova se haya ido sola a ese lugar! ¡Ya casi son las dos de la mañana y no sabemos nada de ella!
Belén.- ¡Se lo dije! ¡Era tan peligroso irse a una cita a ciegas! ¡Papá me preocupa, él ignora todo lo que está pasando!
Andrea.- ¡Su celular no contesta! ¿Dónde estás Caova? ¿Dónde?
Al día siguiente: Camino a Villanueva.
Oyuki Solorio es una linda joven Yurecuarense, quien junto con Ma. Esther Meza y José Chávez viajan en un carro hacia una convención, de repente se percatan de una joven que está a orillas del camino, tirada, toda llena de lodo:
Oyuki.- ¿Estará muerta?
Ma. Esther.- ¡Vamos a ver si es alguien que conocemos, es duro, pero tenemos que hacerlo!
José.- Por lo que se ve, ¡Está bien muerta eh…!
La voltean para verle el rostro y se quedan sorprendidos al ver que la conocen:
Ma. Esther.- ¡Es Caova! ¡Caova Sandoval! Y no respira…
CONTINUARÁ….

Escrita por Francisco Murillo Méndez.