martes, 27 de noviembre de 2012

"LAS VENAS EN LAS PIEDRAS”

Amigos del Cazador de la Verdad, esta semana les presento el Relato: “LAS VENAS EN LAS PIEDRAS”, donde Frida Kahlo nos muestra su verdadera personalidad, ojalá lo disfruten…


Capítulo 1: Roca de una casa azul.

Cielo... ¡Nunca bajes a la tierra! ¡No te comprendería el sol, ni la luna, ni las estrellas!...

La casa azul estaba de pie, brillante, viva. Las macetas con hojas verdes y sobrantes de malvas de colores, reflejan su regocijo, mientras las aves se posan sobre la ventana de una mujer callada, quien sobre su cama pide al cielo que no baje...que no baje a la tierra...

En esa habitación de la casa azul, en el techo, sobre la cama se encuentra un gran espejo, desde donde ella se puede ver, desde donde puede conversar consigo misma, incluso pelear, negarse la palabra y soñar...volar como gaviota...

Al parecer el silencio exagerado de pies que caminan indican que la casa está sola, no hay nadie en la cocina atizándole al fogón, haciendo chile en el molcajete, ni preparando el nixtamal para las tortillas, todo es silencio...Ni los chiles secos que cuelgan de un lazo se mueven...

De repente, se interrumpe todo...Unos pasos menudos se escuchan, Frida voltea hacia la puerta, ahí está él, un niño de unos 12 años, quien entra con total autoridad...

Frida.- ¿Quién eres? ¿A qué has venido?

Niño.-¡Eso no importa! He venido al lugar indicado, para comprobar que las venas de tu corazón todavía laten...

Frida.- ¿Yo tener un corazón?...Jajajaja, ¡Yo tengo una piedra, una roca en el lugar de corazón! "Pies para qué los quiero, si tengo alas para volar"... ¡Ya no siento lo insensible!

Niño.-Sé que esa roca que dices existe, esa piedra que mencionas en su interior lleva raíces, venas, sentimientos. Buscas ayuda para vencer la soledad que nunca te abandona, aunque te busques a ti misma...Nunca te encontrarás...

Frida.-Cuando te paralizan el vuelo, todo lo ves de una manera diferente, comienzas a tomar armas de esas que no matan, más bien te defienden, mis armas son el pincel y la acuarela, las brochas y el caballete, la hoja y el dibujo...¡Nunca pensé que el hijo que nunca tuve me visitara de repente y lo vería delgado, hasta demacrado, en nada te pareces a Diego!...

Niño.-No soy el hijo que nunca has tenido, soy tu conciencia...He venido a mostrarte que el río ha venido a tu casa en forma de llanto oculto, en silencio, que las nubes te visitan en forma de cataratas, que no te dejan ver la realidad y solo te animan a soñar...Que los volcanes se han instalado contigo para calentar con la lava tus momentos fríos y de amargura y los campos te adornan tu habitación cuando llegan las amistades anchas , que dicen sentirse verdes de ciencia, de cultura, de vanidad...

Frida.- ¿Y dónde queda la roca, dónde quedan las venas por donde la sangre fluye, que es mi vida y mi esperanza? ¡Márchate si solo anuncias fracturas y reposo, si solo traes penas y corazones rotos! ¡Mi casa azul es azul...Porque quiero!...

En eso Diego, entra de repente y la ve hablando sola, le toca la frente con ligereza:

Diego.- ¡Otra vez estás ardiendo en fiebre Frida! ¡Otra infección llega a tu mísera vida! ¡Eres roca que respira, piedra que odio y amo más que otra cosa!...



Capítulo 2: "Entre ceja y ceja"...



Diego Rivera atiende la fiebre de Frida, parece que ha disminuido ya, ella se siente mejor:

Frida.- ¿Dices que me encontraste hablando con mi conciencia? ¿Desde cuándo la conciencia tiene permiso para hablar en público?

Diego.-Desde que se siente el dolor adentro, que nos lastima el corazón... ¿A qué le tienes miedo Frida? ¡Hasta el momento yo creo que a nada! salvo a mí...

Frida.-¡Eres un gordo atrevido! ¡Te traigo entre ceja y ceja! jajajaja, como cuando nos conocimos ¿recuerdas? Aquella noche en casa de mi amiga Tina (Modotti), el día que conocí al mayor de mis miedos...Tú.

Diego.- Ya antes me habías visto cuando pintaba mi mural en el Anfiteatro Simón Bolívar, pero solo fue un instante, una sombra, sin embargo te pude sentir, te pude oler, te pude tocar...como se toca el viento y cuando volteas, cuando abres la mano, no encuentras nada, así fuiste tú...Solo un recuerdo.

Frida.- Sin embargo, yo no te quise hablar, ni expresar nada, pero después, cuando estuvimos juntos, te hablaba con mi aliento, con mi sudor, mi perfume, con mi cabello suelto, te gritaba al oído, mientras tú te hacías el sordo, perdido...

Frida, comienza a llorar casi en silencio, mientras se acomoda las almohadas bajo su cabeza y le hace gestos a un mono que tiene como mascota y entra al cuarto...

Frida.-Hasta dónde llegaría mi tristeza y soledad que me enamoré de ti y me conformé contigo...Eres parte de mi ser Diego, pero así como se suicida el cuerpo, así se puede renunciar a quien más amas...Lo que me queda de vida, lo usaré para amarte tanto como para odiarte...

Diego.-Por lo visto ya comenzó tu venganza, ¡Ya siento que quieres más al chango que a mí!

Frida.- El chango...el mono, ¡Que diera yo por tener la casa llena de monos! brincando, gritando, cosa que yo no puedo hacer...Sabes, ya no seríamos "el elefante y la paloma" como nos dice la gente, sino que le agregaríamos "...y el chango".

Diego.-Todos juntos viviendo en esta Casa Azul, como una verdadera familia.

Frida.-Mi casa...Soy afortunada en vivir en casa grande y en casa chica...Porque harta estoy de ir a la casa chica, y sabes bien a qué me refiero, "el quirófano" ese lugar horrendo, donde siempre me recuerdan que soy solo pedazos de carne, viva y muerta a la vez, donde me despedazan sin misericordia y al final, regresa de nuevo el dolor...¡Más de treinta veces me han ocultado en ese lugar y me han matado temporalmente para luego despertarme y disfrutar viendo lo que queda de mí!...Pero que sea última vez que me secuestran en contra de mi voluntad, ansío que llegue la noche para soñar que corro, que vuelo, que mi corazón de roca, late, que las venas en las piedras existen, que tienen agua, sed, por dentro y que en su centro, está una parte tan blanda como arroz con leche, como atole de masa, como agua para chocolate, como tequila para olvidar...Como una mujer libre que nunca acaba de ser prisionera de sí misma...¡Te traigo entre ceja y ceja Diego! En medio de mi corazón...CONTINUARÁ...

lunes, 12 de noviembre de 2012

“CARTA DE MONY A SUS PADRES”

Hace unos días, mi sobrina Mónica, partió de nuestras vidas, dejándonos un gran vacío. Las personas que ya descansan en el sueño de la muerte no pueden hablar, escuchar, pensar, sentir, pero si ella pudiera hablar en estos momentos ¿Qué nos diría? ¿Qué le diría a su familia? Me imaginé precisamente el siguiente relato, que estoy seguro, serían sus palabras de ella misma, espero les guste:


02 DE NOVIEMBRE DE 2012.

Queridos papá y mamá:

¡Perdón por haberme ido sin avisarles! Todo fue tan de repente…Bueno, la verdad es que nunca les pedía permiso cuando salía, siempre me creí tan fuerte como para cuidarme sola, me cuidaba, de eso no hay duda, pero esta vez no pude…

Me imagino que les causé todo un caos, nunca ha sido mi deseo verlos sufrir o hacerlos pasar ese gran susto, pero esas cosas suceden…

Esa mañana me levanté con muchas ganas de andar de aquí para allá, con mucha energía, incluso, por la tarde estuve en el cementerio ayudando a lavar unas tumbas, siempre me ha parecido el panteón un lugar donde se respira mucha paz…Pero no es el lugar para que vivan los humanos, las familias necesitan estar juntas, vivas, felices…

Mientras caminaba entre las tumbas, pensaba en el significado de la vida, la muerte es lo contrario de la vida… ¿Qué se llevan los muertos? Nada…Lo importante es lo que hagas mientras vivas, lo que siembres, eso lo cosecharás más adelante y vivir como quieras vivir, nadie somos “monedita de oro, pa caerles bien a todos”…Pero tratar de siempre sonreír.

Papá y mamá: Que nunca les quede duda que los quise mucho, que ese amor, aunque en silencio, sí existía, aunque saben, se me facilitaba adoptar papás, mamás, hermanos y hermanas por todas partes, por ejemplo, mi papá José Serrato, o mi mamá Raquel la de Huicho, o mi hermano Toño el de Raquel, Héctor el de Mera, Betín Galván, Juanito Gomar, Diego el de Milia, Chuy el de Cheo, quienes me ofrecieron su cariño y me abrieron su corazón sinceramente, así como muchas personas a las que sin llevar el mismo apellido, las pude considerar como mi familia…

Papá, sé que con tus regaños, solo me demostrabas tu amor y preocupación, lo entendí claramente, pero esta inquietud que me caracterizaba, me dominaba, yo era así, libre…Así que te pido por favor que tengas paz en tu corazón y estés tranquilo, cuando salías en la noche a hablarme para que me fuera a dormir, sabía que te preocupabas por mí, cuando me compartías de tu cena o me cobijabas, lo sentía, podía sentir tu gran amor…

Mamá, igual a ti, sé que te ponías enferma de pensar en donde pudiera estar si ya era noche, o cuando te hacía enojar, o cuando me peleaba con Lizet porque le agarraba su crema, su shampoo y algunas veces…su dinero…Sé que ella y yo, como compañeras de cuarto, vivimos muchas cosas juntas, muy bonitas, otras no tanto…

De Beri, puedo decir que me enseñaba muchas cosas, a respetar, a trabajar, a ser ordenada, pero se me dificultaba ser como ella, mi inteligencia era muy diferente a la de ella. De Mariana mi hermana, fui su cómplice, su protectora, ¡La extrañé tanto cuando se fue a Puebla!

Iván el güero, mi hermano querido, también me peleaba con él a veces, saben, me sorprendió como se esforzó por trabajar para construir su cuarto y tener sus cosas, yo también tenía mis propias metas…

A todos mis hermanos les pido que sigan adelante y que traten de ser muy felices y se acuerden siempre de mí, que casi no me miraban triste, le daba salida a todo con una sonrisa, con una broma, con un chiste o con una canción…

A mis abuelitos, mi mamá Mónica, mi papá Enrique, mi mamá Anita, ¡Los quiero tanto…!

A mis tíos de El Hacha, ¡Gracias por preocuparse siempre por mí! Me miraban a diario, pero a mis tíos, tías, primos y primas que viven en Estados Unidos, ni ustedes se escaparon de conocerme por el Facebook, saben, sentí que los conocía en realidad, como si fuera en persona, en vivo…

El suceso imprevisto nos puede suceder a cualquiera, a veces podemos estar en el lugar y momento inadecuados, así es la vida en estos tiempos críticos…

¡Esperen mi regreso, donde nos volveremos a ver y abrazarnos fuertemente! Quiero jugar, vivir intensamente en un mundo libre de dolor, problemas, penas…

Recuerden que estoy en el mejor lugar donde puede estar protegida una persona: En la memoria y en el recuerdo de Dios…Allí estoy segura, durmiendo, esperando el momento de verlos y despertar de nuevo…

¡Gracias a mi gente de el Hacha, de Yurécuaro!

Sinceramente:

Mónica Alejandra Murillo Serrato. (30 de diciembre 1993- 01 de noviembre 2012)

(Mony, Rody, Cholo,)