sábado, 6 de noviembre de 2010

CAPÍTULO 3: LOS PELIGROS DE ENAMORARSE.

En la Escuela Secundaria, Ricky ha sido golpeado por otro muchachito llamado Sándalo, pero no está dispuesto a ser cómplice de viciosos.
En casa de Belén se encuentra su hermana Caova, quien tiene 20 años y está muy emocionada pues se ha enamorado de un joven de Venezuela, por Internet. Lo comenta con mucha ilusión con Prisma su amiga:
Prisma.- ¡No lo puedo creer Caova, tú tan tímida y te hiciste un novio guapísimo! Parece modelo de revista.
Caova.- ¡Me siento feliz! Dice que me quiere mucho, que es posible que venga a México, es tan cariñoso, tan tierno, estamos hechos el uno para el otro. Internet es ideal para quienes somos tímidos, nos permite pensar lo que vamos a decir.
Prisma.- Pero hay que reconocer que también es más probable que nos encontremos en internet a gente sin escrúpulos. A veces en cuestión de minutos hay gente que te hace comentarios obscenos, o te pregunta si eres virgen ¡Algunos hasta te proponen tener cibersexo!
Caova.- ¡A mí no me puede pasar eso! ¡Mi novio Saúl es increíble, a sus 25 años es muy maduro! Además procuro platicar, chatear con pura gente de confianza.
Prisma.- De cualquier manera Caova, necesitamos tener cuidado. Por ejemplo: ¿Verdad que nunca se te ocurriría pasear por un vecindario peligroso con los ojos vendados? Pues tampoco debemos navegar por internet sin estar al tanto de los peligros.
Caova.- Lo que sí me preocupa mucho es que el tiempo en internet se pasa volando, a veces estoy sentada frente a la Computadora hasta seis horas, no me percato del tiempo hasta que ya no puedo más y el sueño me vence. ¡Me preocupa, pues eso también es un vicio! Pero la ilusión y mi amor por Saúl lo compensan todo. Por cierto ¿Que estará haciendo Saúl?
VENEZUELA:
En Caracas Venezuela, en un edificio de departamentos, en uno de ellos se encuentra un hombre de unos 54 años, frente a la computadora, en el cinturón de su pantalón trae sujeta un arma, un hombre lo acompaña, le dice:
Hombre.- Jefe, ¿De verdad piensa viajar a México?
Jefe.- Sí. Esa hermosa joven tiene que estar aquí conmigo en Venezuela, la necesito aquí, además creo que se ha tragado todo el cuento de que soy Saúl, su eterno joven enamorado.
Hombre.- ¿Y cómo la convencerá de que lo siga?
Jefe.- Hay tantas formas de usar el engaño, que es todo un arte, soy un artista del engaño, y Caova, mi pequeña hermosa Caova pronto estará a mi lado… ¡Se llevará grandes sorpresas!
Son casi las seis de la tarde, Ricky, ha estado en el Hospital, donde pronto darán de alta a su padre, así que va rumbo a casa, para tener el cuarto limpio. En plena Estación, en la fuente, se encuentra con dos chicos, ellos son nuevos en la Escuela, lo reconocen. Ricky sabe que son amigos de Sándalo, los ve venir y se le hace un nudo en el estómago. Ya sabe lo que le van a ofrecer. Es la segunda vez que sucede en esa semana. Uno de ellos le dice:
Chico.- “¡Qué! ¿Otra vez solo? Toma, para que no te aburras”.
Saca algo que parece un cigarrillo. Pero Ricky sabe que no es tabaco, y siente que el estómago se le encoge todavía más:
Ricky.- Eeeh, ¿son nuevos aquí verdad?
Chico.- Mira, hoy te vimos pelear con Sándalo, vemos que eres mucho mejor que él y queremos que formes parte de nuestro grupo, esta noche tenemos una fiesta en casa. ¿Quieres venir?
Ahora se acerca un poco más, le guiña el ojo y le dice en voz baja:
Chico.- Solo para que lo sepas, mis padres van a salir y habrá bebida ¿Qué dices? ¿Te apuntas? ¡Toma! ¡Mientras fúmate este!
Ricky.- No, gracias. Ya dije que yo no…
Chico.- ¿Es que no te atreves? ( Le da unas palmaditas en la espalda) ¡ Fúmatelo, no va a pasar nada!
Otro chico.- Además, no se lo vamos a decir a nadie…
Ricky.-Eeeh, la verdad tengo a mi papá enfermo y no me divierto de esa forma, creo que somos muy diferentes. Ah, y se me olvidaba, andan los de la judicial por aquí cercas, ¡Tengan cuidado!
Dos señoras que atentas escucharon todo, se quedan murmurando entre ellas:
Doña Pascualita.- ¿Te fijaste? ¡Tan niños y ya tan desordenados?
Doña Minga.- Así está el mundo Pascualita, sin ton ni son, esa es la juventud que está, la que viene estará peor, ¡bonitos tiempos nos tocó vivir a nosotras!, ¡Pura gente de calidad!
Doña Pascualita.- Pero da tristeza ver el desecho de patanes que desvían y sonsacan a nuestros jóvenes, es injusto Minga, ¡Es tan injusto!
Doña Minga.- Pues tenemos nietos, hay que ver donde están nuestros hijos, nuestros nietos, no vaya a ser que ya estén metidos hasta las manitas en ese juego sucio.
Doña Pascualita.- ¿Te fijaste que el muchachito se negó a aceptar el cigarrillo de quién sabe qué?
Doña Minga.- Sí, es uno entre mil, no cualquiera tiene el valor para negarse.
En la Colonia La Loma, se encuentra la casa de Belén, ella se acaba de salir de bañar, trae un short, una playera, y una toalla enredada en su pelo, de repente se para ante un enorme espejo y se queda quieta, observándose, como si nunca se hubiera visto, como si fuese una desconocida, se queda pensativa:
Belén.- ¿Qué le pasa a mi cuerpo? ¡Tengo unos brazos enormes! Pero eso no tiene importancia, lo que me acaba de suceder en el baño me tiene muerta de miedo, aunque mamá me lo explicó una y otra vez, no lo entiendo. ¡Fue tan de repente… era sangre, mucha! Me sentía tan sucia ¡Es agobiante pensar que todos los meses voy a tener que pasar por lo mismo!
En eso llega Andrea, su madre, quien nota lo desconcertada que está:
Andrea.- ¿Te sucede algo hija? ¡Te veo tan pálida!
Belén.- Por segunda vez me ha pasado mamá, ya van dos meses que tengo mi… menstruación. ¡Me siento tan insegura y temerosa!
Andrea.- Me alegro que me cuentes todo lo que te pasa y me tengas confianza Belén, recuerda que yo soy y seré tu mejor amiga. ¡Vamos a platicar! ¿Recuerdas cuando vivíamos en la Colonia Mora?
Belén.- Sí, allí naci, en la casa de la abuela, extraño mucho ese lugar, dejé muchas amigas, luego nos mudamos a La loma.
Andrea.- ¿Verdad que no resultó fácil el cambio? Atrás quedaba un mundo conocido- tu casa, la escuela, tus amigos- y ahora se abría un mundo completamente nuevo aquí. Seguro que no te adaptaste de la noche a la mañana. Belén, algo parecido sucede con tu cuerpo. Estás en la etapa de la pubertad, donde tu cuerpo comienza a madurar físicamente y por decirlo así, inicia una importante mudanza, tu paso de “niña a mujer”. Sin embargo hija, la adolescencia es una época de muchas inseguridades. Nunca sabes que sorpresas te dará tu cuerpo, pero con el tiempo aprendes a aceptar los cambios y puede que algunos terminen gustándote. ¿Ya te fijaste que tienes curvas?
Belén.- ¡Mamá!... ¡No me apenes más! ¡Te quiero mucho mamá! (La abraza). ¡Ya no me siento con miedo, ni tan sola!
Andrea.- ¡Ve a tu cuarto y descansa, enseguida te llevo un té calientito!
Aurelio por fin llega a casa, Ricky se siente tranquilo, tienen que hablar:
Aurelio.- Hijo, ¡Te pido una disculpa por lo sucedido!
Ricky.- No tengo nada que disculparte papá, todo está bien. Solo quiero que me digas, ¿ En qué estoy fallando?
Aurelio.- En nada estás fallando, yo soy quien comete los errores. Lo que sucede es que te pareces tanto a tu mamá, que cuando te veo, ¡Siento mucha rabia con ella por habernos dejado!
Ricky.- Pero ¿Crees que ella quería morirse en ese incendio de San Miguel de Allende? ¡Ni siquiera nos permitieron estar en su funeral, sus cenizas las arrojaste no sé dónde.
Aurelio.- Ricky, te voy a confesar algo, en realidad… Tu madre no murió… Lorena nos abandonó porque encontró a alguien más en su vida. ¡No le importamos ni tú, ni yo!
Ricky.- ¿Pero qué dices? ¿Cómo puede ser posible? ¿ Quieres decir que ella está…viva?
Aurelio.- ¡Para mí está más muerta que nunca! Pero tienes el derecho de saber la verdad y si así lo decides, ¡Puedes irte con ella!
Ricky.- No papá, ¡Nunca te dejaré! ¡Eres lo más valioso que tengo! Lo que me gustaría saber es si todavía la amas, ¿La amas aún?
Aurelio.- La verdad… sí, entiendo que mi separación fue con ella, no contigo, y te aseguro que ella se separó de mí, no de ti, seguro ella te ama, pero por la presión, por pena, se tuvo que ir. ¡Yo tampoco nunca te voy a dejar, te amo hijo! ¡Por ti, voy a comenzar una nueva vida!
Mientras todo esto pasa, en todo Yurécuaro se habla de que en la que era la escuela EPPY, se instalará la Escuela “ PARA VIVIR MEJOR” donde la fundación “YURECUARO CORAZA” dará entrenamiento y cursos a padres de familia, para prevenir y combatir la violencia en la familia y la Ciudad, saben que la educación es la mejor prevención y que para tomar buenas decisiones se necesitan valores morales, y esos solo se aprenden en casa, los padres también saben que ellos deben ser ejemplos a sus hijos de vida, de tenacidad, de espíritu de lucha.
Así es, nuestros niños y jóvenes necesitan fuerzas para poder luchar y volar con alas propias, alas de juventud.
Un taxi, llega a la plaza municipal, viene del Aeropuerto de Guadalajara, de él bajan dos personas, una de ellas es Abelardo K. Naya, el hombre de 54 años quien ha llegado de Venezuela con la cruel intención de llevarse a Caova, para arruinarle la vida… ¿Lo logrará?
CONTINUARÁ….
Historia escrita por: FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ.