domingo, 24 de noviembre de 2013

"LA MUJER CON EL GIS EN LA MANO"....

EL BAÚL DE CHOPÁN CHOPÁN… ¡Hola amigos! Ayer abrí el baúl de los recuerdos y encontré un relato que quiero compartir con ustedes, espero les guste: “LA MUJER DEL GIS EN LA MANO”… Dedicado a la querida Maestra Aída Gil Salazar. De pequeña estatura, pero con un corazón enorme y aún más, con una sabiduría increíble, la maestra Aída seguía escribiendo con su gis en la mano sobre el pizarrón, copiaba la palabra: “Respeto”. Luego les preguntaba a los alumnos qué pensaban de su significado… En el Yurécuaro de hace cincuenta años, el respeto se valoraba mucho, no era algo raro o a punto de extinción, se podía respirar en el aire, como la música cuando uno la escucha, cada nota musical que el viento y las ondas transportan a cada corazón. Era otra pasión de la Maestra, la música, debido a ello, le encantaba cantar junto a sus amigos en el Quinteto de “Los Hermanos Macías”… Con su gis o tiza, también dibujaba de vez en cuando corazones en aquél pizarrón, cuando nadie la miraba, cuando en su soledad, se sentía enamorada, ilusionada, apasionada de la vida, de la esperanza. Muchos la miraban con el poder de un hombre, con aquella fuerza y firmeza de la que a veces carecían muchas mujeres, por ello, en su valentía se atrevió a ser Presidenta Municipal de Yurécuaro, algo raro en su época. Aquél valor de organizar, de dirigir una Escuela Primaria, no le restaba la más mínima feminidad, pues cuando se sentaba frente al piano, podía tocar piezas musicales, comparadas a las más perfumadas flores, a los lirios más blancos, a las rosas más fragantes. Un día la maestra Aída escribió con su gis la palabra “Secundaria”. Consciente de que no solamente se necesitaban Primarias en el Pueblo, colaboró para la formación de la Secundaria “Mtro. Justo Sierra”, la cuál fue y es de gran utilidad para miles de jóvenes y jovencitas que han estudiado allí, además la Primaria “Constitución de 1917” se consolida como una Escuela de Calidad dentro de nuestro municipio. El gis seguía escribiendo, pero los años pasaban también, así que un día recordó como nada surge de la nada, siempre hay un origen en todo, así como una semilla cuando se siembra hecha un brote y luego un tallo y posteriormente se llega a convertir en un árbol enorme, con muchas ramas y hojas, un árbol genealógico, que dure años, más de cien años, así que propuso plasmar en una de las paredes de su casa, dos murales, uno, de un lago que se encuentra en el lugar de sus orígenes y otro, donde se plasma el árbol genealógico con todos los miembros de la familia. La Maestra Aída junto a sus hermanas, profesoras y mujeres valiosas también, pasan a la historia de mi Pueblo por ser mujeres de lucha, de aguante, de décadas de enseñanza y dar lo mejor de sí, por ello cada gis y cada tiza que escriban en los pizarrones de Yurécuaro, seguirán recordando a una gran Maestra…La mujer del gis en la mano, la Maestra Aída Gil Salazar.