jueves, 17 de marzo de 2011

EL ESPACIO DE CHOPAN

¡Hola amiguitos! ¡Hola papás de los amiguitos! Es un gusto poder estar nuevamente con ustedes. Saben, hace mucha falta personas que regalen sonrisas en el mundo, porque en realidad la tristeza se quiere apoderar de nuestras vidas, pero NO lo vamos a permitir. Para ello se necesita la colaboración de todos nosotros ¿Cómo? Pues proponiéndonos regalar una sonrisa a alguien cada vez que podamos, es como si ilumináramos el mundo y no dejarlo en oscuridad. Aunque la verdadera sonrisa que ilumina es la de la satisfacción de saber que estamos cultivando una fuerte relación de amistad con Dios confiando en que él es nuestro único refugio seguro en tiempos angustiosos como los que atravesamos. ¡Así que es hora de sonreír y actuar! El pequeño relato de esta semana lleva como tema: “La mosca que amaba la limpieza”.

De uno de los botes de basura que están ubicados en la Plaza de Yurécuaro salen dos moscas tosiendo, a punto del desmayo, una de ellas se llama Moscatrina y su amiga Moscatela:
Moscatrina.- ¡Huele a rayos ese contenedor de basura! ¡La verdad no soportaría estar ni cinco minutos ahí dentro!
Moscatela.- Sí, es una lástima que seamos alérgicas a la basura y a los desechos orgánicos, pero mañana iremos con el alergólogo para que nos trate este trauma que no es normal en nosotras las moscas.
Moscatrina.- En lo personal yo amo la limpieza, me gusta el orden y los jardines, no tolero la suciedad que ocasionan los seres humanos por dondequiera. Yo sé que nuestro trabajo es limpiar la basura, vamos y le quitamos el mal olor y las impurezas que contienen, además convertimos en abono los restos de frutas, verduras y flores, junto con nuestros primos, los gusanos.
Moscatela.-Así es, aunque a veces nos portamos mal al andar de aquí para allá en las casas, hasta los platos de la cocina y en los baños revisándolo todo y algunas de nosotras tiene la fea costumbre de no lavarnos las patas y ponernos calcetines nuevos y terminamos ensuciándolo todo. Pero cambiando de tema, oye ¿Qué haremos con el dinero que ganamos hoy trabajando como camiones de mudanza de dos familias de pulgas que se cambiaron de casa?
Moscatrina.- Por supuesto que compraremos artículos de limpieza como gel desinfectante, jabón, cloro, pinol y maestro limpio. Necesitamos rechinar de limpias para descansar.
Moscatela.- OH… ¡Yo que pensé que nos iríamos a cenar tacos de suadero a la fonda de don Chón, el de los tacos tóxico nucleares mexicanos!
Moscatrina.- No, no… ¡Ahorita no estés pensando en el suicidio y esas cosas amiga! Ahorita lo importante es meditar acerca de lo valioso que es el que mantengamos limpios los ríos, caminos, calles y banquetas, plantar árboles y tantas actividades animadoras para ayudarle al planeta a recuperarse.
Moscatela.- ¿De verdad crees que se pueda lograr eso? Para eso se necesita que haya unidad entre los seres humanos, porque es una tarea titánica, pero yo veo mucha envidia y divisiones, odios y hasta guerras en el mundo. ¡Yo veo imposible que suceda lo de la unidad!
Moscatrina.- Es comprensible lo que dices, pero para que se logre se necesita que haya alguien que dirija la Obra de limpieza Mundial, y ese alguien solo puede ser quien Creó precisamente la Tierra y también se necesitan personas que estén dispuestas a trabajar unidas sin ningún prejuicio con un sentimiento de amor fraternal y te digo un secreto: Esas personas existen y tú y yo sabemos de quienes se trata, así que vamos a preguntarles cómo las podemos ayudar a convertir la Tierra en un jardín hermoso como tanto lo hemos imaginado.
Moscatela.- ¡Sí vamos… pero no te voy a perdonar mis tacos de suadero nuclear tóxico eh… para hoy en la noche!...

Y las moscas se fueron volando, así como se pasa el tiempo, y chimiché chimichán, este fue el relato de su amigo Chopán Chopán.

Si las moscas tienen conciencia de la necesidad de limpiar la tierra, ¿Acaso no podríamos los seres humanos apoyar la Obra de Limpieza que se necesita para vivir felices y evitar tanto desastre natural que nos perjudica a nosotros mismos? Meditemos en ello amiguitos y papás de los amiguitos. ¡Hasta la Próxima!