lunes, 31 de agosto de 2009

HAY QUE SABER DECIR NO CUANDO SE DEBE.

….Loreta y Jovita platican con mucha nostalgia acerca de su mudanza de la Ciudad de México a Yurécuaro Michoacán. Los recuerdos van y vienen en sus mentes un poco cansadas de luchar contra la ausencia, de no haber estado allá, en sus pueblos pero también de no haberse apartado nunca de ellos por medio de llevarlos en sus pensamientos. Jovita un poco inquieta y preocupada le pregunta Loreta:-¿Cómo reaccionaron tus hijos Esther y Benjamín cuando les comentaste lo de mudarse?

Loreta con una tranquilidad y una leve sonrisa en su cara le responde: .-simplemente estuvieron de acuerdo, anhelan descubrir el lugar de donde vengo.
Yo soy la culpable, les he contado maravillas de Yurécuaro, y sabes, no me arrepiento porque en el fondo se que es verdad, y hay luz de vida ahí, a
Esther le brillan los ojos de entusiasmo, y es que hoy, Jovita, no es común tener los ojos brillantes, llenos de luz, hoy los ojos de muchos de nuestros jóvenes ya no brillan, están opacos, apagados, hay dolor, confusión. Sé que los ojos de Esther brillan, porque es valiente, lo sé.
Las palabras de Loreta eran tan verdaderas y es que Esther de veinte años y de hermosa apariencia cosechaba los frutos de la valentía que se requiere al saber decir no cuando se debe.

Esther estudia idiomas en la Universidad y el que más le emociona es el Lenguaje de Señas Mexicano para Sordomudos, incluso tiene una amiga sordomuda llamada Kiara a quien quiere mucho y le encanta visitarla para platicar y practicar el dicho lenguaje con las manos.
A la mañana siguiente, Esther llega a la Universidad, va caminando sola cuando de repente ve a una de sus compañeras, Nailea llorando, con los ojos perdidos, tan apagados, sin fe, ni esperanza, seguramente algo verdaderamente grave y doloroso le estaba sucediendo. Esther decidió en ese momento no acercarse, ni cuestionarle nada, respetaría su espacio, su silencio. En eso se acerca Brenda Morales, otra compañera de Esther, y se sorprende de lo que le dice:

Brenda.- ¡buenos días! Esther, necesito platicar contigo y pedirte perdón.

Esther.- ¿perdonarte? ¿de qué?

Brenda.- de ser una mala amiga, mira hace un mes llegó Williams nuestro nuevo compañero de clases. Venía de Estados Unidos y ¡todas las chicas moríamos por él! , era tan guapo y tan tierno, solo tenía palabras bonitas para todas, cualquiera caería rendida a sus pies, pero él, solo tuvo ojos para ti. Solo tú estabas en su mente todo el tiempo.

Esther.- pero…en realidad…yo sentía que el estaba fingiendo, que no era del todo sincero.

Brenda.-ninguna de mis amigas se hubiera negado a decirle un no a Williams si él les hubiera pedido tener sexo con él, para ellas hubiera sido un verdadero privilegio. Y el te lo pidió a ti. Te eligió a ti. Y tú le dijiste no. Recuerdo que cuando nos enteramos te insultamos por lo tonta que habías sido, por dejar escapar esa gran oportunidad irrepetible, y cuando Williams consideró darte una nueva oportunidad, yo te repetí hasta el cansancio que lo hicieras, que la virginidad era algo fuera de moda, algo del pasado.

Esther.- no te voy a mentir, me costó mucho esfuerzo decir no, pero nunca lo dudé. Cuando ustedes se reían de mi por mantenerme firme en mi decisión de no tener relaciones y mantenerme virgen, veía mi virginidad como un diamante, precioso por su rareza.

Brenda.- Pues el haber dicho No, te salvó la vida Esther, mira, mi papá es Doctor de la Clínica Siglo XXI y él atendió hace unos días a Williams, quién está muy enfermo, mi papá me preguntó si sabía de alguien que hubiera tenido relaciones sexuales con él, aunque es algo confidencial, papá me confió preocupado al saber que Williams era compañero nuestro, que está gravemente enfermo de SIDA y entró en la etapa grave de la enfermedad. Nailea lo sabe y por eso está fuera de sí, aturdida, llorando pues ella sí tuvo relaciones con él. Imagina su conciencia atormentada.

Esther.-¡Qué triste, qué lamentable todo lo que me dices,
imaginate lo que yo hubiera sufrido si hubiera caído en la trampa cruel de la inmoralidad. Recuerdo las sabias palabras de mi amiga Flor quien vive en Manzanillo Colima “El corazón es mas traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado, ¿quién puede conocerlo?”
Esther se sentía tan en paz, su conciencia estaba tranquila,
había agradado a Dios, a su familia y además había vestido de dignidad su frente, su corazón, su vida.

Brenda.- ¡Vámonos a clases Esther! Y de verdad te pido perdón nuevamente por todo lo sucedido.

Esther.- Claro que sí, pero con la condición de que te cuides mucho Brenda por favor.
A la mañana siguiente: Loreta sirve el desayuno a Esther y Benjamín y les da indicaciones:

Loreta.-Dentro de tres días partiremos hacia Yurécuaro.Por fin voy a regresar al lugar donde nací, hijos. A mi casa de la calle Madero y Zaragoza, cercas del Centro y no tan cercas de las vías del tren y la estación.

Esther.- Sé que será un cambio muy grande para todos nosotros, tal vez nos enfrentaremos a retos pero si los enfrentamos como una familia unida podremos salir adelante. Me pregunto ¿Cómo nos recibirán las personas de Yurécuaro?

Benjamín.- La pregunta que me hago mamá es ¿ Por qué esperaste 20 años para volver a Yurécuaro? ¿Qué o quién te impidió regresar? ¿Quién es ese hombre del que nos cuentas, muy importante e influyente del cual huiste? ¿Quién?
CONTINUARÁ…..



NOVELA ESCRITA POR:

FRANCISCO MURILLO MENDEZ

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