BAJO EL DISFRAZ DEL MUNDO¨

. .Cuando el dolor y las penas llegan a nuestras vidas, es como si todo se oscureciera, como si todos los colores se fueran de repente y solamente se quedaran tres de ellos : el negro, el gris y el café, junto con tres sentimientos igual de oscuros: resentimiento, culpa y miedo. ¡Imposible formar un alegre arcoíris! Y sentir alegría al descubrirlo radiante en el horizonte como lo haría un niño. En eso, ellos tienen mucho que enseñarnos a los adultos.

Para Loreta, el horizonte es demasiado gris, casi negro,, pero hay un sentimiento diferente en ella: la esperanza y el deseo de vivir y para vivir es necesario descubrir el conocimiento, saber para qué estamos vivos. ¿Para qué? ¿Por qué?Todavía recostada en cama y recuperándose de la debilidad físisca y emocional, Loreta recibe el ánimo y el cariño hospitalario de la maestra Nadia:

M. Nadia: Loreta, te traje la cena. ¡uhm! ¡un rico caldo de pollo! Calientito, con sal y limón y chilito del molcajete, te va a caer muy bien.Loreta.-¿Cómo me lo hacía mamá cuando era niña y tenía temperatura o la gripe me obligaba a permanecer en cama?

M.Nadia.-…Sí. Piensa que un familiar que te quiere mucho te preparó este rico caldo de pollo con todo su corazón. De repente, entra un niño de apenas unos seis años a la habitación, es Chuyito el sobrino mas querido de la maestra Nadia:Chuyito.-Tía ¡ Yo también quiero caldito de pollo!

M.Nadia.- Ya ves Loreta, Chuyito te va a compañar a cenar. Dejame traerle su plato. Mientras, platiquen un poco, que a este muchachito no le para el pico ni un momento. ¡Ya vuelvo! ( se va ). Loreta y Chuyito están dispuestos a conversar, ella lo ve fijamente, él la ve con curiosidad:

Chuyito.-¿ Cómo te llamas?

Loreta.- Digamos que soy la tía Lore. Chuyito.-¿ Y tienes mucho sueño? ¿Ya te vas a dormir?

Loreta.- Ya casi, ya no tarda en que el cielo azul se ponga oscuro y unas estrellas muy brillantes lo adornen y los pajaritos dejen de cantar para irse a dormir también. Entonces Chuyito, con ojos curiosos y bien abiertos mira fijamente a Loreta, y le pregunta:-¿Por qué el cielo es azul? , ¿De qué están hechas las estrellas?, ¿Quién enseñó a cantar a los pájaros?

Loreta.- Oye. . . ¡Qué preguntas tan difíciles! Creo que te contestaré después de que lo medite muy bien. En eso llega la maestra Nadia con el plato de caldo :

M. Nadia.- …¿Ya te empezó a interrogar Chuyito? El es el niño del por qué, es muy curioso, todo lo quiere saber.

Loreta.- No solo Chuyito hace preguntas, casi todos las hacemos también. Por ejemplo tal vez, para saber como se llega a un sitio, preguntamos, o para evitar algún peligro, o por simple curiosidad.

M. Nadia.- Es verdad. Pero he notado que con el tiempo dejamos de hacer ciertas preguntas, a veces, las mas importantes.Loreta.- Mas bien lo que hacemos es dejar de buscar respuestas. A mí me gustaría tanto saber ¿ Para qué hemos venido al mundo? Y ¿ Por qué hay tanto sufrimiento? La vida es corta y se nos va en angustias, miedos, problemas, enfermedades. Acaso ¿ Es esta vida todo lo que hay? ¡No es justo! Tiene que haber algo bueno bajo el disfraz del mundo. Cuando este disfraz caiga la VERDAD se tiene que saber.

M. Nadia.- Loreta, te siento muy resentida con la vida. ¡Relájate! Mientras esto sucede, en un lugar cercas de Yurécuaro, en una casona vigilada por guaruras armados, se encuentra en un lugar escondido de la casa, la oficina de un hombre tan misterioso, que tan solo describirlo produce escalofrío, todos lo llaman: “El Magnate”. Su rostro es simplemente la representación de la insensibilidad.

El Magnate conversa por teléfono con uno de sus muchos ayudantes de confianza:

Magnate.-¿ Cómo salió todo?Tipo.- ¡De perlas jefe! La operación o trabajo fue todo un éxito. “Los pollitos ya están descansando, los gallos alcanzaron a escapar”.

Magnate.- No te preocupes, “ los gallos de pelea siempre terminan matándose entre ellos mismos, todo a su tiempo”. Y ustedes ¿Alguien logró verlos?

Tipo.- Nadie, si nos hubieran visto hubiéramos salido en el periódico, nadie nos vió. Oiga, de lo de su encargo le tengo buenas noticias, es positivo: Loreta Díaz está en Yurécuaro y parece que regresó para quedarse.

Magnate.-¡Excelente!, Loreta es la última pieza de mi rompecabezas, la única persona viva que sabe mi mas grande secreto.¡ Que se prepare para guardar silencio…para siempre! Y que todos sepan: “Donde esté la gente…allí estará la peste”.

Tipo.-¿ Quiere que quitemos a Loreta del camino?Magnate.- Nó. De ella me encargaré yo personalmente, llevo veinte años deseando que llegue este momento. Loreta no se imagina lo que está por venir, es por eso que a veces se muestra indiferente, la maestra Nadia lo nota:

M. Nadia.- ¿Estás resentida?

Loreta.- A veces me pregunto si Dios realmente se interesa por nosotros, si le importáramos ¿No nos libraría de tanto dolor? Cuando Ramón mi esposo murió en un accidente, alguien me dijo que fue la voluntad de Dios que eso pasara, que Él así lo quiso. Sentí como si afirmara que Dios tiene la culpa de las desgracias, y sinceramente yo no lo creo, El no tiene la culpa de nada.

M. Nadia.- Así es, el sufrimiento que padecemos nosotros y nuestros seres queridos no es un castigo de Dios, es cierto que Él permite que ocurran cosas malas, pero hay una gran diferencia entre PERMITIR que algo suceda y CAUSARLO. Tengo una amiga: Martha Herrera, ella me anotó en una tarjetita un versículo de la Biblia que simplemente cuando lo leí me sorprendió: SANTIAGO 1: 13.

Chuyito.- Tía ¡ Dame ya mi caldito frío de pollo!

M. Nadia.-¡ AY! ¡Discúlpame Chuyito! Ya se les enfrió el caldo. Dejenme buscar a Esther y Benjamín para que cenen también. Afuera de la casa, Esther, Benjamín y Jorge Armando siguen platicando:

Jorge Armando.-… Hay un circo a un lado de la Secundaria, tengo muchos años que no voy a uno, me gustaría invitarlos e ir el fin de semana ¿ Qué les parece?Benjamín.- Estaría bien, necesitamos quitarnos el stress de vez en cuando, mucha falta nos hace.

Esther.- Si vamos de preferencia que sea temprano, para salir a una hora razonable y mamá no tenga pendiente.

Jorge Armando.- Entonces el sábado nos vemos en la fuente de la Estación, cuando salga del trabajo yo paso por ustedes. Bueno ¡ Qué pasen buenas noches! Faltan cuatro días para el sábado, pero como los días vuelan en la actualidad, en un abrir y cerrar de ojos, Esther está arrancando del calendario la hojita que indica que es sábado.

Por la tarde, en la fuente de la Estación Esther y Benjamín esperan a Jorge Armando, mientras llega, ellos notan que este bonito jardín o parque no es un lugar al que acuden las familias a sentarse con mucha confianza, en las bancas, a leer o relajarse, descansando o escuchando el fresco sonido del agua proveniente de la fuente, a veces sin agua, sino que “ maleantes” algunos se han apoderado de ese lugar. Es triste pero no parece un lugar seguro, no se ve a ningún policía de planta, ni a muchos niños jugando.

Jorge Armando llega en su camioneta blanca y se disculpa por haberlos hecho esperar. Al llegar al circo, Benjamín, quien tiene 18 años es atraído por las jaulas de algunos animales, queda sorprendido al ver a un león viejo, maltratado y sucio en una jaula tan pequeña, el león refleja cansancio, dolor y sufrimiento.

Benjamín.- Eres prisionero sin espacio, un rey sin corona, eres sabio sin experiencia, estás triste, sin consuelo, con ganas de escapar pero con miedo de no ser felíz siendo libre. Eres igual que yo, me siento igual, te lo confieso:¡esta depresión me está causando tanto dolor! En eso un hombre está detrás de Benjamín, lo ve y le dice:-¿Estás pensando en voz alta? ¿Tan joven y ya luchas contra la depresión? sabes, sufrimos del mismo mal, jovencito me gustaría platicar contigo un poco.Benjamín.- Solo un poco, ya la función no tarda en comenzar. El hombre y Benjamín salen a la calle.

En un automóvil estacionado y misterioso dos tipos los observan, uno le comenta al otro: ¿Quién será ese joven que va junto al Magnate? ¿Por qué tanto misterio? ¿Adónde van? Mientras tanto Esther siente un raro presentimiento: Se siente angustiada.

Esther.- Jorge Armando ¡Benjamín no está por ningún lado! ¿Dónde estará? . . De repente se oyen disparos. CONTINUARÁ…

Novela escrita por FRANCISCO MURILLO MENDEZ.