lunes, 23 de enero de 2012

Amigos, es un gusto estar en contacto con todos ustedes

Amigos, es un gusto estar en contacto con todos ustedes, espero les gusten las publicaciones de esta semana…






LA NIÑA CON CABELLO DE ÁRBOL.
ESCRITA POR: FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ.

Cuentan que en un viejo pueblito de Michoacán, llamado Yurécuaro, en una casa de gente rica vivía Melisa, una niña engreída y desobediente. Se sentía la niña más bella de todo el lugar y humillaba a las hijas de los peones. Cada que se portaba mal, grosera, altanera, su cabellera se iba poniendo dura, como si se trataran de ramas de árboles. Su nana, al ver esta terrible situación mientras la peinaba, le pidió a Melisa, le contara lo que sentía en su corazón y quizás era lo que estaba provocando ese terrible efecto:
Melisa.- En mi corazón siento mucha rabia, lo siento vacío, es como envidia al ver a esas niñas mientras que son abrazadas por sus padres, que platican con ellas, mientras que mi papá, siempre está lejos, ausente y cuando viene, nunca acude a verme o preguntarme como estoy.
Nana.- Es por eso que tu corazón se está endureciendo...
Melisa.- ¡Me siento tan sola!
Nana.- Permite que pase el otoño y el invierno y las cosas cambiarán...
Así fue, la seca y dura cabellera de Melisa, fue visitada poco a poco por distintas aves que la alegraban cuando ella iba al bosque y la hacían sentir acompañada. Cuando las demás niñas se acercaban para admirarla, ella logró tratarlas con respeto y sintió como su cabello se ablandaba un poco, hasta el grado de volverse tan natural como el de las otras niñas.
Melisa creía que los malos sentimientos se originaban solo en su corazón, pero descubrió que no, que todo su cuerpo se dañaba, hasta su cabello cuando hay un sentimiento de odio y resentimiento.
Cuando su papá la fue a ver, Melisa lo abrazó y besó en la mejilla, en eso su cabello dejó de ser ramas, dejó de ser la niña con cabello de árbol, ella volvió a sonreír y ser feliz de nuevo.
FIN.
Moraleja.- Jovencitos, niños y niñas, sean obedientes a sus padres, para que nunca se les endurezca el corazón y los sentimientos como ramas de un triste árbol seco y sin vida…






EL GRAN PONCHO...PINTOR DE ILUSIONES"
AUTOR: FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ

EN MEMORIA DE MI GRAN AMIGO ALFONSO GONZALEZ RUIZ.

Hubo una exposición de pinturas y colash en la casa de la Cultura en Yurécuaro Michoacán hace algunos años. Recuerdo que entré y quedé fascinado con las hermosas imágenes plasmadas por René Martínez, quien nos tiene acostumbrados a la calidad pictórica. Pero también había otro tipo de arte, con mucho mensaje y contenido. Los había creado Alfonso Gonzáles, "Poncho". Me le acerqué discretamente y le dije que a mi me gusta criticar los cuadros, es decir, dar mi opinión de lo que veo, de lo que me transmiten, me hacen sentir. Poncho me contestó que le encantaría escuchar mis comentarios, que eran muy importantes para él.
Recuerdo que se rió mucho de lo que le comentaba, ahí descubrí la gran persona que era.
Seguido nos encontrábamos en la Biblioteca y estaba al pendiente de lo que escribía, siempre le dije que era un artista natural, un creador. Después me lo encontraba en el autobús cuando íbamos a La Piedad, donde él estaba estudiando un curso de pedagogía, tenía muchos deseos de triunfar.
Poncho siempre me festejaba mis chistes, por insignificantes que parecieran, sabía que sonreír era vivir. Se caracterizaba por el respeto y aprecio que mostraba, muy transparente....
Me dio mucho gusto saber de su boda, del nacimiento de su hijo, del gran ser humano que era.
Algún día me lo volveré a encontrar para hacerlo reír, no una, sino muchas, muchas veces más a mi amigo Poncho. ¡Siempre te recordaré!











"LAS ALEGRES FLORES DE DOÑA MACARIA"
RELATO ESCRITO POR: FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ.

El huerto de flores de doña Macaria lucía espectacular, vive en "El jacalón", cercas de donde se construyó el asilo de ancianos en Yurécuaro. Cada mañana, se levanta y con gran algarabía les comienza a depositar su agua, refrescándolas, a la vez que canta canciones de "Las Jilguerillas", luego les pone la "composta" o abono orgánico. Lo curioso es que se sienta en una silla mecedora y empieza a chulearlas, ¡que qué bonitas amanecieron! ¡Son el jardín más bello del planeta! y esas cosas...
Pero en el jardín de la casa de al lado, las cosas son muy diferentes, las flores están tan tristes y caídas, pareciera que nadie las puede levantar, las margaritas, las violetas y las azucenas se lamentan:
Violeta.- ¡Hace ya varios días que Atufado, nuestro dueño no nos visita!
Margarita.- ¡Y ya estamos todas deshidratadas, con los pétalos de fuera y el pistilo todo seco! Pero la verdad, las últimas veces que venía, lo hacía de muy mal humor.
Azucena.- Es cierto, no nos hablaba, nos aventaba el agua, golpeándonos, todo era tan negativo...
Violeta.- Por eso nos sentimos tan débiles, amigas.
Margarita.- Seguramente ya tiene otra flor muy especial, una novia, que le quita gran parte de su tiempo.
Azucena.- Pues esa chica ha de ser alérgica a las flores, porque no quiere ni verlas...
Violeta.- ¡Ay, siento que voy a volver el tallo!
Azucena.- ¡No vayas a vomitar aquí amiga, detente!
¡Qué envidia nos da con las flores vecinas, ellas sí saben disfrutar la vida!
Violeta.- Lo que pasa es que cuenta mucho la actitud de las personas, su carácter, lo transmiten a sus flores, jardines, mascotas y seres queridos. Los sentimientos como la alegría y la tristeza se contagian, de la actitud de cada persona depende ser y hacer felices a los demás....
Moraleja.- En el caso de los seres humanos, de nuestra actitud depende el salir adelante y ayudar y animar a los demás… Siempre demos ayuda a quien más lo necesita, pero de corazón y no por obligación.











EL CHARRO POBRE Y LA MUJER DORMIDA.
RELATO ESCRITO POR: FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ.

Hace muchos años, se perseguía a la gente en Yurécuaro y en todo Michoacán, por la Religión, por sus creencias. Dice mi abuelito que los del gobierno entraban a los pueblos y quemaban las casas, robaban las cosas de valor, los animales y a las mujeres bonitas simplemente se las robaban, las subían a la fuerza a un caballo o las agarraban de las trenzas y se las llevaban.
Mi abuelita comenta que ella era muy joven y tenía mucho miedo de que se la llevaran, así que aprovechó que había una epidemia de tifus y disentería, la gente se moría muy rápido, luego el cólera, tan temido. Mi abuelita y otras primas, se fingieron las enfermas y se envolvieron en gabanes o mantas, fingiendo estar moribundas. Pero ni así le valió. Dicen que ella era muy bonita y de figura muy deseable. Solo platica que estando tirada en el suelo, sintió que alguien la movió y la abrazó para llevársela. Ella casi desmayaba del susto, aterrada de que algún soldado se la llevaba contra su voluntad. A medio camino, escuchó una voz que cambiaría su vida para siempre, aquella varonil voz era la de su novio, mi abuelo, un charro pobre, pero muy amoroso, ella se sintió aliviada, feliz de estar en los brazos de su amado. A la mañana siguiente, se casaron en el primer pueblo al que llegaron, el charro pobre y la mujer dormida...bueno, ni tan dormida, bien que se dejó llevar por aquél charro enamorado.

¡Muchas gracias por su valioso tiempo dedicado a estos relatos amigos y amigas, hasta la próxima!

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