miércoles, 17 de agosto de 2011

“RETAZOS DE AMISTAD”

En la Casa de la Cultura, en Yurécuaro se presentó un hermoso evento de Oaxaca, baile tradicional. Ahí se encontraron Azucena y Álvaro con la jovencita Alisa, su hija y le reafirmaron su amor. Carmenza su tía también se sintió apoyada cuando los vio de nuevo juntos, ahora podía concentrarse en su tratamiento para luchar contra el cáncer, como una guerrera, dispuesta a cualquier sacrificio con tal de seguir viviendo.
Cocorovico y Chulabella se sienten felices de que Jesús Obed, el jovencito con Síndrome de Down haya disfrutado mucho de la presentación y se sienten más contentos aún cuando don Roberto el escritor y Florinda su esposa se ofrecen a llevarlos de regreso a casa. La despedida de Alisa y Jesús Obed es muy emotiva, pues en la sola mirada, ¡Ambos se comunican tantas palabras, tantas emociones! Sin duda que serán muy buenos amigos.
Al llegar a casa del joven, se percatan de algo muy raro, las puertas están abiertas, todo el lugar está oscuro, por ningún lugar se encuentra el papá de Jesús Obed, solo descubren una carta en el suelo, parece que se ha marchado:
Florinda.- ¡Creo que debemos abrir y leer la carta Roberto!
Roberto.-Es lo que precisamente voy a hacer, todo indica que este señor alcohólico se ha ido, abandonando a su hijo, me lo suponía, ya no estaba en su sano juicio. (Abre el sobre y comienza a leer). Dice: “-Sé que no te quedarás solo, pues confío en que hay muchas personas buenas a tu alrededor, que no te abandonarán, eso es preferible a ver morir a tu padre irresponsable lentamente, yo no he sabido educarte y la conciencia y la culpa van a terminar con mi pobre vida”…
Florinda.- Jesús Obed no puede quedarse solo, y los muchachos, Cocorovico y Chulabella no pueden asumir una responsabilidad que no les pertenece.
Cocorovico.- Si estuviera a nuestro alcance, con gusto cuidaríamos de Jesús Obed, ¡Lo queremos mucho, es como nuestro hermano!
Chulabella.- Pero… si no hay otra alternativa, así será, se quedará con nosotros.
Roberto.- Entiendo todos sus sentimientos y agradezco que tengan un gran corazón, pero Florinda y yo le hemos pedido a Dios un hijo y creo que esta es la forma la contestarnos, dejándonos a Jesús Obed a nuestro cuidado, así que no se hable más, ¡Tenemos hijo nuevo, un hijo muy especial y este jovencito ya tiene nuevos padres!
Todos se sienten tranquilos al saber que saldrá todo bien. Roberto Y Florinda abrazan a su nuevo hijo y Jesús Obed, comprende que esto algún día iba a pasar, pero que Dios nunca lo dejaría solo, al contrario lo protegería cuando más lo necesitara, no sentiría miedo, ni dolor, solo paz.
En casa de Alisa, al día siguiente, reciben la visita de Nana Corazón:
Carmenza.- ¡Nana Corazón! ¡Qué alegría verte!
Nana Corazón.- ¡No iba a dejarte sola Carmenza! Tenía que estar aquí, a tu lado, para cuidarte, eres como mi hija.
Carmenza.- ¡Serás un gran apoyo para mí! ¿Por qué tanto equipaje?
Nana Corazón.- Esta enorme bolsa negra, trae en un su interior algo muy especial para ti. Cuando estamos enfermos, una buena colcha, una cobija o un par de sábanas, nos pueden apapachar mucho, chiquearnos en esos sensibles momentos en los que nos encontramos y te traje la colcha más linda que te puedas imaginar. (La saca).
Carmenza.- ¡Qué original!
Nana Corazón.- Sí, está hecha de pedacitos de amor, de amistad, de mucho cariño. Cada cuadrito de tela diferente está unido con hilos de ternura, cuando la observes, vas a recordar muchas cosas bonitas. Por ejemplo, éste cuadrito color verde, era parte de una hermosa blusa que perteneció a tu madre, quien me la regaló, y yo la guardé con muchísimo cariño, fue mi primer retazo de cariño y de recuerdos.
Nana Corazón.- ¡Es verdad, es de una blusa de mi mamá, de sus preferidas! Cuando me abrigue con ella sentiré como si mamá me estuviera abrazando.
Nana Corazón.- Cada pedacito de colcha tiene su historia y las irás descubriendo poco a poco, incluso tiene un cuadrito de un vestido de Alisa, y uno mío, está llena de corazón, como mi nombre.
Azucena y Álvaro llegan en ese momento y se alegran de ver a Nana Corazón, Alisa ni se diga, está feliz.
Azucena.- Nana Corazón, te quiero hacer una pregunta.
Nana Corazón.- Dime.
Azucena.- Aún en estos tiempos tan difíciles y críticos en los que vivimos, ¿Aún podemos sonreír?
Nana Corazón.- El futuro será brillante, eso nunca lo olviden. Por más negros que parezcan los días, se harán claros y luminosos sin falta, habrá paz, regocijo, hay muchas razones para sonreír, pero necesitamos tener fe en nuestro Creador, Él está dispuesto a ayudarnos, a protegernos, incluso está atento a esos niños maravillosos, Alisa y Jesús Obed, son tan especiales. Supe, por cierto que mañana será su primer día en el DIF de Yurécuaro, ahí van a conocer a muchos niños hermosos, que se van a apoyar entre sí, muy pronto tendrán su propio CRIT, con terapias y todo lo necesario, ¡Hay muchas razones para sonreír, sonrían, sonrían, sonrían!
LA VIDA SIGUE Y NOS INVITA A SER FELICES, CULTIVANDO LAS RIQUEZAS ESPIRITUALES Y LOS VALORES DE LA UNIDAD EN FAMILIA, TODOS HACIA ADELANTE SIEMPRE, SABIENDO QUE ¡AÚN PODEMOS SONREÍR!
FIN.
A PARTIR DE LA PRÓXIMA SEMANA REGRESAN LOS CUENTOS PARA NIÑOS Y NIÑAS, LOS CUENTOS DE CHOPÁN CHOPÁN, SEGUNDA TEMPORADA, ¡NO TE LOS PIERDAS!

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