sábado, 12 de diciembre de 2009

CAPITULO 19: “LAS MASCARAS EN EL SUELO”

“Alguien pregunta: ¿Qué significan esas mascaras en el suelo?, yo les contesto: .- ¡es que hoy por fin se me han caído la soledad y el miedo! Y mi corazón se siente liberado, ¡nunca más permitiré que vuelvan a humillarlo!....”
Esther escribía este pensamiento en su cuaderno de notas, en ese pequeño Diario que guardaba desde hace mucho. Han pasado dos meses desde que en la Plaza de Yurécuaro, Jorge Armando le dijo en una noche de luna gris, que estaba enamorado de ella, desde entonces se liberó su pensamiento, su corazón, su ilusión.¡ Han sucedido tantas cosas en Yurécuaro! Por ejemplo, Jovita logró vencer el virus de la Influenza, ahora más fuerte que nunca, y eso causó la alegría de toda la familia, pues sería casi imposible voltear a la cocina y no verla caminar de un lado a otro, entre ajos y cebollas, entre rábanos y lechugas, entre jitomates y chiles de guizar, entre ollas de barro y comanjas gordas, frescas para el agua.
Jovita.- Loreta, voy a preparar un rico mole dulce, ¿me podrías ayudar con la sopa de arroz?
Loreta.- Por supuesto Jovita, ¡enseguida voy a alistar el arroz!
En cambio, Benjamín, tiene todo listo para salir rumbo a Canadá, aunque dentro de sí, todavía hay un espacio para la duda y la nostalgia. En ese mediodía, se encuentra en el Gimnacio de los Oñate, por la calle rumbo al puente de la Ribera, ahí se encuentra con su amigo Rafaél Méndez, de La Piedad, quien hace unos años participó en un famoso programa que trasmitía por televisión la mas fuerte televisora, la del 13, y quien tuvo que viajar a Argentina para grabarlo, ahora conversan un poco:
Benjamín.- ¡Mañana me voy!, pero me llevo cierto dolor en mí. ¡Tengo temor Rafa!
Rafael Méndez.- ¡Sacúdete los miedos por favor Benjamín!, aprovecha cada una de las oportunidades que te brinda la vida, ¡Vuela y vuela alto! No te quedes en el gallinero, sal de él y vete, recuerda que el tiempo ya no vuelve amigo, ese ya no regresa.
Benjamín.- ¡Así lo haré! Aunque todavía hay muchas cosas que sacudirme y mascaras que quitarme de mi mente y corazón.
¿A qué mascaras se refiere Benjamín? A una que le será muy difícil de quitarse y tirar al suelo, y pisotearla, para de alguna manera olvidar el dolor y el daño que le ha provocado guardar este duro secreto en su corazón desde hace años. Pero llegado el momento lo hará, se arrancará de tajo esa careta fallida, incomprendida, odiada, pero a la vez misteriosa.
En La Piedad Michoacán:
Don Álvaro Ballesteros disfruta mucho de la compañía de su hija Marina y de sus nietos, ahora la casa es diferente, pues se pueden ver juguetes tirados por varios lugares, o al mismo don Álvaro jugando con ellos , con sus nietos y platicándoles cuentos, ellos le han hecho no sentir la ansiedad de beber el vino, el vino de la soledad y el miedo, de la tristeza y la culpa, el vino de querer olvidar lo que nunca se olvida, de que querer que la ausencia se vaya, pero nunca se va.
Don Álvaro.- Marina ¿Cómo te has sentido en esta tu casa en estos dos meses?
Marina.- Muy tranquila y relajada, la verdad es que este tiempo me ha servido para meditar en tantas cosas, mi vida, mi familia, mi matrimonio, por cierto que mañana es cuando llega Roberto, mi esposo y no se cómo voy a reaccionar papá.
Don Álvaro.-No te preocupes en cómo vas a reaccionar, en cuanto lo veas tu corazón va a decidirlo, solo que no te dejes llevar por los sentimientos mas débiles, piensa con el cerebro y no con el corazón hija. Te quiero agradecer por lo bien que te llevas con Loreta.
Marina.- Desde que me la presentaste pude ver que es una gran persona y ella se ha encargado de demostrármelo, hasta nos ha invitado a comer muchas veces.
Don Álvaro.- Por cierto que estamos invitados a un rico mole en su casa, hoy es la despedida de Benjamín, no podemos faltar. Sabes, me preocupa ese chico, lo veo como si algo grave le estuviera pasando y no me explico qué es lo que puede ser.
Marina.- Es un jovencito, es una edad que no tiene explicación, solo se vive y ya.
YURECUARO MICH:
Benjamín llega a casa, mira a su mamá quien ha terminado de preparar la sopa de arroz y presume la cazuela de barro con ella en vapor, huele rico, y le regala una sincera sonrisa a su hijo:
Loreta.- ¿Dónde te metiste? Tu último día aquí y no me regalas tu compañía, ¿te sientes bien hijo?
Benjamín.- mamá quiero platicar contigo, a solas, por favor.
Loreta.- Estamos solos hijo, cuéntame que sucede.
Benjamín.-Quiero confesarte algo muy importante para mi, mira, antes de irme a Canadá, necesito que sepas que… que… estoy contento por verte feliz siendo amiga de don Álvaro, es una buena persona y te veo ilusionada. Esther también lo está con Jorge Armando, eso es bueno.
Loreta.- Déjame decirte que tu tienes 19 años y llegado el momento encontrarás a una jovencita que te ilusione a ti también y veas la vida llena de color.
Benjamín.- Siento que eso no sucederá mamá, de eso te quiero hablar, pero es muy difícil para mí. Lo que sucede es… que me siento atraído… pero no por otras chicas, sino por… otros muchachos, algo dentro de mí me dice que eso no es normal,¡ me siento sucio mamá, indigno, me siento como una basura!
Benjamín comienza a llorar, un nudo se le hace en la garganta, está sorprendido de poder haber hablado con valor:
Loreta.- ¡Respiremos hondo! Tranquilos, no te desesperes y sígueme platicando.
Benjamín.- ¡Soy homosexual! , no lo puedo ocultar mas, necesito arrancarme esta mascara de mi, y sobrevivir, yo se que para las personas o puede ser lo peor o lo más insignificante, sin importancia pero para mi, es tan grande tratar de entenderme. ¡Yo no quiero ser así!
Loreta.-Primero contéstame algo Benjamín, ¿Has tenido relaciones sexuales con alguien? Dime, ¿Has tenido sexo ya?
Benjamín.- La verdad… no, son mis deseos los que me perturban, me gustan las personas de mi mismo sexo, no lo puedo creer, no lo puedo aceptar, ¡soy gay!
Loreta.- Benjamín, escúchame, el hecho de que te guste alguien de tu mismo sexo , no te convierte automáticamente en un homosexual, recuerda que tienes 19 años, estás en la flor de tu juventud, hasta cierto punto es una etapa en la que es muy común que te sientas excitado involuntariamente hasta por alguien de tu mismo sexo, pero eso no te convierte en homosexual.
Benjamín.- ¡Pero lo siento!
Loreta.- Hijo, lo que si debes tener mucho cuidado es para no llevar a la práctica esos deseos, mira te voy a poner un ejemplo: un hombre pudiera ser muy violento, estar dispuesto a la furia, a veces siente deseos muy, muy intensos de golpear y de matar a otros hombres, pero por alguna razón no lo hace. Dime, este hombre ¿se pudiera decir que es un asesino?
Benjamín.- No mamá, no es un asesino, no ha matado a nadie, solo siente deseos de hacerlo, pero si no lo hace, no es un asesino.
Loreta.- Algo parecido sucede con tus sentimientos, sientes deseos de estar con otro joven, pero si te esfuerzas por controlar tus deseos y no lo llevas a cabo, no eres homosexual. Lo eres hasta que lo practicas. Homosexual es aquel hombre o mujer que tiene sexo con otra persona de su mismo género, que practica el sexo, de cualquier forma, hasta los que se dicen hombres y se acuestan con otros hombres, aunque hagan el papel de macho o del hombre, son homosexuales, y los que hacen el papel de hembras o de mujer también lo son.
Benjamín.- ¡Gracias mamá! He tratado de cambiar mis sentimientos, le platico a Dios lo que me pasa, lo que siento, ya no sé que más hacer.
Loreta.-Benjamín, se que para ti será tal vez terriblemente difícil luchar día a día con esto, pero no estarás solo, no olvides que nuestro Dios conoce la lucha que hay en tu corazón y sabe y conoce todo lo que tu sientes, también contarás con todo nuestro cariño y discreción. Solo te pido un favor, no te dejes engañar por el razonamiento del mundo, no me importa que sea el mundo entero el que diga que es un estilo de vida feliz o aceptable, yo no conozco a ninguna pareja de homosexuales que sean felices, fieles y con una relación de amor duradero, y que no sufran de enfermedades, decepciones y traiciones, quizás se viva libre, pero sin metas, ni esperanzas, y te lo garantizo,¡ habrá solución para ti, aunque no lo creas, lo habrá!
¡Loreta y Benjamín se abrazan tan fuertes, que es como si se fundiera el cobre con más cobre, el oro con el oro, el amor de madre con el amor de hijo!
Cuánto ayudarán estas palabras a Benjamín y quizás a muchos jóvenes que como él se sienten prisioneros de su cuerpo, de sus sentimientos, de sus emociones.
Esa noche, en casa de Loreta, todos se reúnen para convivir, ahí se encuentran don Álvaro y su hija Marina, mientras que cenan, tocan a la puerta, se anuncia la llegada de Selene, la joven que viene de Canadá y su madre Susan, Marina la ve y siente como si su corazón presintiera mucho dolor. Selene es hija del primer matrimonio de su esposo, Benjamín queda impresionado, muy impresionado con la joven hermosa Selene….
CONTINUARÁ…. NOVELA ESCRITA POR FRANCISCO MURILLO MÉNDEZ.

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