lunes, 27 de agosto de 2012

“CANASTA DE RELATOS YURECUARENSES”

Amigos, a partir de esta sección estaremos presentando el talento de los nuevos escritores de Yurécuaro Michoacán, quienes nos regalarán una muestra de su imaginación y arte. Será emocionante ver la variedad de relatos originales que nos irán presentando, a la vez que los invito a que se inscriban en el curso de actuación y teatro que se estará impartiendo próximamente en nuestro municipio, en la siguiente semana les daremos más detalles acerca de este importante proyecto artístico para jóvenes y adultos. ¡Están todos invitados!


La canasta de Relatos Yurecuarenses inicia con: EL GRAN AMIGO “TENGO GANAS”…Del autor: Francisco Murillo Méndez.

“Tengo ganas” es un joven de Monte león, una comunidad de Yurécuaro Michoacán, como de unos veinte años de edad, quien es un ejemplo de proponerse metas. Desde que tenía quince años se propuso estudiar inglés, pero nunca ha intentado aprender ni cinco palabras en este idioma, pues no las entiende, también se propuso limpiar una zona de monte para sembrar maíz, pero tan solo de pensar en lo difícil que será cortar maleza, ramas de pequeños árboles, quitar piedras, hiedras, etc. Le entra un cansancio enorme, que lo deja muy agotado…antes de tiempo.

“Tengo ganas” habla de sus planes con una motivación única, dejando asombrados a todos los que lo escuchan, ¡Hasta los hace imaginarse que sus proyectos ya son una realidad! Pero la verdad están muy lejos de eso… ¡Solo son sueños!

En una ocasión “Tengo ganas estaba a punto de irse para “El Norte” a ganar dólares, pero la enfermedad de su abuelo Pancracio le impidió emprender el viaje, se quedaría mejor para cuidarlo el tiempo que le quedara de vida, solo que cuando empezaría a quedarse en su casa para atenderlo, se enteró de que la grave enfermedad de su abuelo era solo una gripe invernal, así que se alivió más pronto que rápido…Y él se tuvo que quedár con las ganas de ser útil e irse a cruzar “Al otro lado”.

“Tengo ganas” siempre posponía los asuntos de trabajo y de esfuerzo, pero los de diversión, nunca los pasaba por alto, por ejemplo nunca faltaba a una boda, primero faltaba el novio que él, primero se cancelaba una boda, que el que faltara “Tengo ganas” con su traje de rayas y su sombrero de palma y sus tenis panam, causando la sensación de propios y extraños cuando bailaba y bailaba sin cansarse con cuanta muchacha se le presentaba…”Tengo ganas” era muy popular…

¿Era flojo Tengo ganas? No, solo que quería hacer las cosas tan perfectamente bien hechas, que por miedo a fallar y a la responsabilidad que sentía, posponía y posponía las cosas…Un día se vio en el espejo, le apareció un granito en la frente, parecía una espinilla, pero la vio y la olvidó. El granito fue creciendo y creciendo ¡Hasta parecía un pequeño cuerno de rinoceronte! Pero no le hizo caso, llegó a ser tan enorme que ya le era imposible ponerse una gorra, pues le molestaba, “Tengo ganas” empezó a preocuparse pero resolvió el asunto inmediatamente, adaptó un sombrero a su nueva situación y listo, pero no acudió nunca al doctor…

“Tengo ganas” nunca traía dinero, todo se le antojaba, pero siempre se quedaba con las ganas de cumplirse sus antojos más profundos, eso sí, aceptaba todos los regalos que estuvieran a su alcance, desde un chicle hasta una bicicleta…

“Tengo ganas” recibió la noticia de que su grano en la frente era un enorme tumor probablemente maligno, su vida corría peligro y tenía que hacer algo pronto. Una tarde mientras se encontraba solo en el campo, entre el maizal razonó sobre lo que había hecho en su vida y descubrió que el resultado era…Nada o casi nada ¡Vaya lección! Así que se propuso la nueva meta de cumplir con sus propósitos por pequeños que estos fueran. Todo salió muy bien y la frente de “Tengo ganas” se alivió, desde entonces todo lo que se propone, tiene un plazo de vencimiento y una razón de ser, desde entonces ya la gente no le dice “Tengo ganas” sino que le gritan “Eusebio Corrales” como realmente se llama este joven soñador y capaz de hacer todos sus sueños realidad…

¡Esforcémonos por no quedarnos solo en la planeación de nuestros sueños, sino luchar para que se cumplan!

La próxima semana comenzaremos con los relatos de los nuevos escritores de Yurécuaro, el primer relato será escrito por Diego Iván Vera Murillo ¡Les encantará! ¡No se lo pierdan amigos!

lunes, 6 de agosto de 2012

LA FAMILIA PELECHE.

Relato escrito por: Francisco Murillo Méndez.

Capítulo 2: Nostalgia en Yurécuaro...

La Familia Peleche llega a Yurécuaro Michoacán, causando gran admiración porque llegan en un humilde carro forrado todo con peluche rosa y azul, hasta la gente pensó que era el carro alegórico de la candidata a reina de la flor más bella del ejido. Al llegar a Yurécuaro entran por la Colonia a la que llaman "La Chiripa", allí se encuentran con la maestra Juanita Barajas, quien muy atenta los atiende:
 Federica.- ¡Muy buenos días! Disculpe, ¿Cómo podemos llegar al Hacha? Así se llama la colonia donde vive mi suegra...Lo que pasa es que teníamos mucho que no veníamos, como usted comprenderá, no acostumbro practicar las emociones extremas, visitando a la mujer que me hace la vida de cuadritos...
 Juanita Barajas.-Pues esa Colonia se encuentra al otro lado de las vías del tren...
 Federica.- ¿El tren es pasajero?
 Juanita Barajas.-La verdad sí fue algo pasajero, porque hace años pasaba y de repente ya no pasó...Fue algo pasajero...Dicen que se los vendieron a los chinos...
 Federica.- ¿A los chinos de China?
 Juanita Barajas.- No...A unos chinos americanos que iban pasando...
 Federica.- ¡Qué interesante! ¡Muchas gracias, es usted muy amable! Oiga, hay muchos mosquitos ¿Así es siempre aquí?
 Juanita Barajas.- Y eso que acaban de fumigar por las calles eh...
 Federica no puede creer que dentro del carro vayan todos dormidos profundamente, no pudo despertar a Ludovico para que le dijera donde estaba la casa de doña Casilda, su mamá...
 Ya en la Colonia "El Hacha":
 Ludovico.- ¡Qué rico dormimos! (Bosteza), creo que quiero una repetición pero ahora en cámara lenta...
 Federica.- ¡Ni lo intentes! ¡Ya llegamos a la calle donde naciste! Por cierto, recuerda cuál es la casa para detenerme...
 Ludovico.- Pues es tan fácil...Mi casa, recuerdo que es...es una de ladrillos y...tiene unas como ventanas y...y una puerta, sí, una puerta...
 Federica.- ¡Eso no es información específica para situarme!
 Ludovico.-Si quieres te digo también como es por dentro...
 Bibi.- Cuando platiqué con mi primo Chopán Chopán por el videochat, vi que la casa tiene la fachada verde y las puertas y ventanas están pintadas de azul, el número es el 16.
 Se le quedan viendo todos y le dicen en coro:
 -Bibi ¡¡¡ ¿Por qué no eres una niña normal!!!? No nos dejas trabajar nuestro intelecto...
 Al ver el número 16, se detienen, Ludovico sale del carro y apresurado se detiene a la puerta:
 Ludovico.- ¡¡¡Mamá!!! ¡¡¡Soy Paquito!!! Perdón... ¡Soy tu hijo Ludovico!
 Después de 20 años he venido a echarte una vueltecita...
 Sale una señora muy bonita (Silvia Dérbez), quien en su cuello trae como sello característico una cadenita con una campanita, se queda muda de la impresión:
 Ludovico.- ¡Mamá Campanita! ¡Tú eres y serás desde hoy nuestra mamá Campanita!
 En eso se escucha el tilín-tilán, tilín-tilán, de una bella campana maternal...
 En eso, cuando ya todos se bajan del carro, de una casa cercana sale un toro a todo lo que da...furioso, Excelsa lo ve venir de lejos directamente hacia ella, tomó la decisión equivocada de vestirse con un mandil ROJO... ¿Qué pasará?
Capítulo 3: Una Federica irreconocible...

Un toro furioso va tras Excelsa la sirvienta, pero se desvía pues ve una vaca arriba de una hamaca balanceándose, un poco más adelante...Parece una vaca millonaria, pues tiene lentes oscuros y manchas de colores en su cuerpo, pues por lo general las vacas pobres solo tienen manchas negras sobre su cuerpo blanco, así que Excelsa se libra de ese feroz ataque...
 Excelsa.- ¡Ay Nanita! ¡Pensé que iba a morir sin haber amado! Si así me están recibiendo en Yurécuaro, no quiero pensar como me van a despedir...
 Junior.-¡Ya tengo mucha hambre!
 Federica.- Junior, lo primero es saludar a la abuela "Mamá Campanita" y luego le atizaremos a los frijoles de la olla...
 Junior.- ¿No tendrán frijoles de la...carne?
 Bibi.- Ya saludé a la abuela, ¡Es tan bonita! ¡La verdad se parece a mí!
 Federica.- ¡¡¡Bibi!!! ¿¿¿Por qué no eres una niña normal???? Todas las abuelas se parecen a sus nietas...o al revés, pero de que son como dos gotas de agua lo son...
 La familia entra a hospedarse en casa de mamá Campanita, la señora es tan noble y dulce que Ludovico tiene que fajarse los pantalones por primera vez, así que llama a Federica y se apartan para hacer un trato:
 Ludovico.- ¡Tenemos que hablar seriamente!
 Federica.- ¿Después de veinte años de casados por fin me lo dices?
 Ludovico.- Es en serio, siempre te has engalanado en atacarme e insultarme con tus palabrotas ofensivas contra mi persona, pero no soportaría ver a mi madre, escuchando tu letanía...Me la imagino llorando en un rincón diciendo: ¡¡¡Fue horrible...fue horrible...!!!Así que te voy a pedir un cambio...
 Federica.- ¿Un cambio? Ese ni los gobiernos lo han podido traer y ¿Tú me pides un cambio? Pues no, no me sé nuevas palabrotas...
 Ludovico.- Un cambio de personalidad, que te esfuerces por tratarme diferente, con amor...
 Federica.- ¿Con amor? Tú eres quien debería haber puesto el ejemplo desde hace mucho...Sabes, viéndolo bien...es bueno lo que me dices, yo...ya lo había pensado, que en vez de decirte cosas fellotas, te diga cositas lindas por ser el esposo de la casa y para respetarte. ¡Pérmiteme hacer un ensayo eh...haber si me sale! Ludovico, eres... eres...mi gusanito zapatero...mi cabecita de galleta salada...mis ojitos de boiler descompuesto...mi...
 Ludovico.- ¡Buen intento...sigue practicando, sigue practicando!
 Entre tanto Mamá Campanita plática con Excelsa quien desempaca las maletas:
 Excelsa.- ¿Ha llovido mucho? ¡Vimos muchas calles inundadas!
 Mamá Campanita.- Ha llovido lo que tiene que llover, del agua algo queda...
 Excelsa.- Sí...la ropa toda mojada, empapada...
 Mamá Campanita.- Me refiero a que hay cosechas, el maíz crece, los elotes se darán grandes, comeremos alimento de temporal...
 Excelsa.- ¿Por aquí cercas habrá una tienda Sorry Ana? Es de esas tiendas grandotas, grandotas, pero bien carotas...
 Mamá Campanita.- Aquí en Yurécuaro tenemos el orgullo de contar con un mercado super enorme al aire libre, donde encuentras de todo, frutas y verduras frescas, carne, al mejor precio, ese mercado es conocido por "Las cuatro esquinas".
 Excelsa.-Pues tendremos que ir a ese famoso mercado ahora mismo...
 La familia se organiza y en menos de lo que canta una jirafa...ya están en el mercado "Las cuatro esquinas":
 Ludovico.- ¡Tengo antojo de unos churros azucarados y un chocomilk de rompope con los Zambrano...!
 De repente un hombre muy sospechoso se le acerca por detrás y le ordena:
 -¡Arriba las manos!...Ludovico siente que la sangre le baja hasta el sótano... ¿Qué pasará y quién será?...continuará…